Las abejas son los polinizadores más importantes entre todos los insectos y desempeñan un papel crucial en el abastecimiento mundial de alimentos. Sin polinización muchas plantas no pueden reproducirse. Saar Safra, director ejecutivo de la empresa israelí Beewise tiene una misión: salvar a las abejas, y a gran escala, utilizando la inteligencia artificial (IA), la visión por computadora y la robótica. Safra nos explica cómo está contribuyendo a salvar a las abejas del mundo con la solución de alta tecnología de Beewise. También nos habla de cómo ayuda la propiedad intelectual (PI) a las pequeñas empresas como Beewise, que se afanan en hacer frente a algunos de los problemas más acuciantes del mundo.
¿Cómo llegó a fundar Beewise?
Soy empresario con formación en ingeniería de software, pero mi cofundador, Elijah Radzyner, es apicultor comercial y, al igual que otros apicultores de todo el mundo, se ha enfrentado al colapso de sus colonias de abejas a pesar de todos sus esfuerzos. Así que nos reunimos y empezamos a explorar cómo podíamos utilizar la robótica y la IA para salvar a las abejas. Comenzamos a desarrollar diferentes productos. Los primeros eran muy rudimentarios, pero pronto vimos un producto que realmente era capaz salvar abejas a gran escala. Fue entonces cuando creamos Beewise y empezamos a desarrollar nuestras BeeHomes.
¿Por qué es tan importante salvar a las abejas?
En primer lugar, en todo el mundo están muriendo colonias enteras de abejas. Esto es un gran problema porque las abejas polinizan el 75% de todas las frutas y verduras, semillas y frutos secos que comemos en este planeta. Sin abejas nos quedaremos sin las verduras, frutas y flores que queremos. Las abejas están en la base de nuestro suministro mundial de alimentos, y sin embargo perdemos cada año alrededor del 35% de las colonias de abejas del mundo. No se trata de la muerte de una sola abeja, sino de colonias enteras, lo cual es un problema enorme.
En segundo lugar, la población mundial está creciendo y a medida que más personas salen de la pobreza, requieren una dieta saludable. Así que, en un momento en que la demanda de productos derivados de las abejas no deja de crecer, la oferta se reduce un 35% cada año. Y la brecha es cada vez mayor. Claramente la oferta no es capaz de satisfacer la demanda. Este es el problema que intentamos resolver.
¿Por qué mueren las colonias?
Cuando se trata de un virus específico, como la COVID, por ejemplo, puede identificarse y buscarse una solución. Lleva tiempo, pero es una tarea relativamente alcanzable.
Con las abejas no ocurre igual. Las abejas padecen una multitud de problemas, y todos al mismo tiempo. Por ejemplo, el cambio climático. Cada vez que las temperaturas aumentan medio punto porcentual, las abejas pierden alrededor de un 5% de productividad. Las abejas también se enfrentan a plagas y enfermedades que no existían hace unas décadas. Y con la agricultura moderna, son víctimas de los pesticidas. Utilizamos productos químicos para proteger nuestros cultivos, pero estos también matan a las abejas. En conjunto, todos estos factores de estrés están creando la tormenta perfecta para las abejas.
Los seres humanos llevan milenios trabajando con abejas, pero con las colmenas tradicionales de madera los apicultores no pueden tratarlas en tiempo real: ése es el gran problema. Con la BeeHome podemos mitigar los factores de estrés y hacer posible el tratamiento de las abejas en tiempo real.
Las abejas están en la base de nuestro suministro mundial de alimentos, y sin embargo perdemos cada año alrededor del 35% de las colonias de abejas del mundo.
Cuéntenos más sobre la BeeHome
Dicho sencillamente, al igual que las colmenas tradicionales, la BeeHome alberga varias colonias de abejas. Simplemente es más grande y en su pasillo central tiene un robot que vigila las colonias las 24 horas del día utilizando visión por computadora, IA y redes neuronales.
El robot vigila las abejas y nuestras herramientas de IA convierten esas imágenes en datos, que identifican cualquier problema que puedan tener las abejas y hacen que el robot tome las medidas adecuadas. Por ejemplo, si la IA detecta que las abejas están enfermas, el robot introducirá unas gotas de medicina en la colmena -cinco gotas pueden salvar a toda una colonia- o, si las abejas no tienen agua o comida, el robot puede reponer las provisiones de la colonia desde dentro de la BeeHome. Es un mecanismo muy sencillo y permite gestionar las abejas en tiempo real. No hemos cambiado en nada la apicultura tradicional, sencillamente la practicamos con un robot en tiempo real.
¿Cómo fue la construcción de la BeeHome?
La idea es usar la tecnología existente para aplicarla a nuestros propósitos. No tratamos de construir un hardware de última generación. Integramos el hardware más sencillo y asequible del mercado en nuestra plataforma de software, que gestiona toda la solución. Yo lo llamo software envuelto en hojalata (crédito #Elon Musk). El valor real lo aporta la visión informática que se obtiene con la IA, que es capaz de identificar qué tratamiento debe administrarse y cuándo.
¿Qué tipo de datos recogen?
Recogemos una gran cantidad de datos. Una colmena tradicional tiene 60.000 celdas divididas en 10 cuadros (los panales), cada uno con unas 6.000 celdas. Aquí es donde las abejas almacenan los huevos de la reina, las larvas y las pupas, así como el néctar del polen y la miel. Este es su hogar. La BeeHome está formada por colonias de 30 cuadros, con 180.000 celdas en cada una, que se controlan individualmente. Al vigilar las colonias las 24 horas del día, generamos terabytes de datos, que se suben la nube para ser analizados por la IA, que identifica lo que ocurre en cada celda.
Identificar una enfermedad en tiempo real es difícil porque hay que supervisar cada célula constantemente para identificar cualquier pequeña fluctuación en ellas o en el comportamiento de las abejas que pueda disparar una alarma y requiera una decisión sobre la acción apropiada. Todo ese proceso se realiza utilizando la IA.
No hemos cambiado en nada la apicultura tradicional, simplemente la practicamos con un robot en tiempo real.
Estos datos nos están permitiendo salvar a las abejas del planeta, lo que está directamente relacionado con la preservación de nuestro suministro global de alimentos. Con nuestra solución, el colapso de las colonias se ha reducido a menos del 10%, frente al 35% que es el estándar en el sector. Y esto lo estamos consiguiendo con un robot.
También examinamos los datos para ver si hay otras cosas que podamos aprender de ellos para optimizar la colonia, la polinización o la producción de miel. Si somos capaces de fabricar estos dispositivos y aplicarlos rápidamente, podremos salvar un inmenso número de abejas.
Estos datos siempre han estado ahí, pero ocultos dentro de una caja de madera que actuaba más bien como una caja negra. Con las colmenas tradicionales, se obtiene una visión momentánea de lo que ocurre y no se puede hacer un seguimiento real. Con la BeeHome hemos aplicado la creatividad hasta conseguir reinventar la colmena. Hacemos seguimiento de los datos, los almacenamos y analizamos con la esperanza de aprender otros secretos que serán beneficiosos para las abejas y para nosotros: nuestros destinos están ligados.
¿Cuáles fueron los retos asociados a su desarrollo?
Hay muchos retos asociados a la creación de un dispositivo armonizado que trate a las abejas y reduzca la tasa de colapso de las colonias. Nuestro dispositivo combina hardware, software, biología y química. Al fin y al cabo, estamos gestionando rebaños de ganado. Las abejas van y vienen a su antojo, y si no les proporcionamos un hogar cómodo y confortable, se irán. El reto ha sido convertir los conocimientos apícolas y un sistema biológico caótico y complejo en IA y perfeccionar los modelos y los algoritmos. Rastrear e identificar a 2 millones de abejas que están volando por ahí no es fácil. Pero gracias a los conocimientos de apicultura de mi cofundador y al talento que acumulan los tecnólogos de la empresa, hemos sido capaces de lograrlo. Nos ha llevado un par de años, pero ahora disponemos de la BeeHome, un hotel de cinco estrellas para abejas. Es de hojalata, está termorregulado y mantiene a las abejas a salvo de tormentas e incendios. Es una maravilla.
¿Qué ventajas tiene para los apicultores?
Los apicultores disponen de una nueva plataforma para su actividad. Nuestros clientes apicultores suelen tener 10.000 colmenas tradicionales, con 10.000 colonias. Generan ingresos por la polinización y la miel. Suelen controlar sus colmenas y tratar a las abejas una vez al mes en el mejor de los casos. Nuestra solución les permite ver lo que ocurre en sus colmenas las 24 horas del día. Les ofrecemos una herramienta mejor para gestionar su actividad y damos a las abejas mejores herramientas para hacer frente a los desafíos a los que se enfrentan hoy en día. Todos salen ganando.
La información que nos envían nuestros clientes apicultores permite que sigamos mejorando nuestra plataforma. La perfeccionamos continuamente y la BeeHome es cada vez mejor. Por ejemplo, la cosechadora de miel integrada en la BeeHome solía tardar 19 minutos en recoger la miel de nuestras cajas; ahora solo tarda 15 minutos. Dicho esto, aunque los apicultores son nuestros clientes, lo que de verdad nos importa son las abejas.
¿Cómo ha sido la acogida?
La gente está perpleja y entusiasmada al mismo tiempo con nuestra solución. Sin duda hace falta un importante componente educativo en el mercado. Cuando se introduce una tecnología disruptiva, a menudo hay que sensibilizar a la gente para que piense de forma diferente en el problema y su solución. Nuestros clientes están sufriendo mucho porque cada año pierden el 35% de sus activos generadores de ingresos, sus abejas, pese a sus esfuerzos. Esta es una solución potente para ellos.
¿Qué papel desempeña la PI en la empresa?
Empezamos a patentar nuestra solución muy pronto porque nos dimos cuenta de que éramos los primeros del planeta en utilizar la robótica en una colmena. Hemos obtenido 18 patentes y llegarán algunas más. Eso es muy positivo. Nuestros derechos de PI frenarán sin duda a quienes intenten copiar lo que hacemos. Nuestra IA, las redes neuronales y los conjuntos de datos, que han tardado casi cuatro años en desarrollarse y optimizarse, y que ahora tienen una precisión del 99,9%, constituyen también importantes barreras que nos mantendrán en cabeza.
¿Le gustaría que cambiara el sistema de PI?
Llevo solicitando patentes desde 1997. Es un proceso lento y engorroso y las normas de observancia de los derechos de PI varían en todo el mundo. El costo también es un obstáculo para muchas empresas pequeñas. Patentar es una solución cara, y no siempre hay un retorno de la inversión inmediato y tangible.
Creo que el sistema de PI necesita una inversión significativa para que sea más ágil y eficiente, y debe mejorarse la observancia de los derechos. Preferiría que sea más costoso infringir los derechos de PI que respetarlos.
¿Por qué es importante que empresas como Beewise tengan en cuenta la propiedad intelectual?
Somos los primeros en el mercado, somos los primeros en el planeta y nos enfrentamos a un gran problema. Seguimos siendo una empresa pequeña, por lo que no sentimos una gran presión de la competencia. Sin embargo, cuando uno aporta una innovación al mundo y quiere sacarle partido comercial, habiendo tanto que ganar o perder, uno quiere asegurarse de estar protegido. Sin la propiedad intelectual, eres vulnerable frente a los competidores.
¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Salvar a las abejas no es una hazaña menor. Tenemos una gran misión por delante. Quiero llegar a un punto en el que las colonias de abejas ya no estén amenazadas. El colapso de las colonias de abejas es producto del cambio climático; estamos causando este daño y, paradójicamente, perjudicamos nuestro propio suministro mundial de alimentos. Todavía queda camino por recorrer para que esto funcione, y si lo consigo sentiré satisfacción por el logro alcanzado. A continuación, me lanzaré a abordar un problema mayor.
Usted ha creado varias empresas. ¿Cuál es el secreto de su éxito?
Muchos factores, pero el hilo conductor es la suerte. Lo segundo es el fracaso. Hay que aceptar que se va a fracasar. Estamos construyendo el primer dispositivo que hace lo que hace en el planeta. Nadie ha hecho esto antes. ¿Cuáles son las probabilidades de que el primer dispositivo que construyamos funcione como está previsto? Cero. Supongo que el fracaso también es parte del éxito, ¿no? Es decir, no se puede llegar al éxito sin pasar por el fracaso, está en el mismo camino. Pero es muy duro, y la mayoría no entiende necesariamente su valor.